"Tallados por Cristo para un ocaso bendecido en la familia" - Serie: Tallados por Cristo para ser familia 07

Tallados por Cristo para ser familia  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  45:53
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INTRODUCCIÓN

Hoy en nuestra serie nos toca hablar sobre un rol fundamental en las familias.
Lo cierto es que el tiempo va pasando para todos.
La lectura bíblica de hoy me hizo recuerdao a cómo va pasando el tiempo. Cuando era niño, mi programa favorito y el de alguno de mis hermanos era: EL SUPER LIBRO. Dibujitos bíblicos en 2D. Ahora mi hijo mira lo mismo pero en una versión actualizada que sacaron hace poco y es: “EL SUPER LIBRO 3D” y es realmente increíble, ya no son dibujitos, es un entorno gráfico increíble 3D y todo lo que ahora hay en las películas.
¿Recuerdan la lectura bíblica de hoy? Mi hijito me ha hecho ver tal vez más de 30 veces el mismo capítulo: Gedeón vence a los madianitas. Pero él ve la misma historia en un entorno totalmente distinto 3D al que yo lo veía.
¡Las cosas van cambiando con el tiempo!
Cuando era muy joven disfrutábamos jugar o reirnos de un hermano en la iglesia con quien era tan alegre que se podía jugar o reir de esa forma, siempre de forma respetuosa, claro.
Él era el hombre más grande o mayor en edad de todos los hermanos. A él le gustaba cantar el himno “Ama la Biblia”.
Y cada que el director pedía una canción o alabanza para cantar él levantaba la mano y decía cantemos “Ama la Biblia, el 102 de los himnarios”: “Ama la Biblia, lee la Biblia, sigue a la Biblia..” y todos sabíamos que él iba a pedir en todas las oportunidades ese himno.
Así que de traviesos lo molestábamos con su edad por ser el viejito (con cariño) del grupo. Un día me preguntó alguien, ¿por qué le gusta tanto esa canción? Yo le dije: “Cómo no le va a gustar si él cuando era niño cantaba la original: “Ama el pergamino, lee el pergamino..” Bueno, nos gustaba molestarle sanamente con su edad.
Pero fíjense como en la ley de Dios el tiempo no se detiene.
Hace unas dos o tres semanas, mi hijito, de 3 años, me mira en el auto y me dice con su voz tierna: “papá, quiero hacerte una pregunta”, yo le digo “dime hijito”.
Papá, ¿cuando eras niño.. peleabas contra los madianitas?
Así que me di cuenta que antes yo era el que molestaba con la edad, pero ahora ya me toca recibir lo mismo. Claro mi hijito no lo decía por molestar, sino que en su inocencia lo preguntaba de verdad!
El tiempo va pasando y todos vamos a sentirlo.
Pero ¿acaso hay propósitos de Dios en la familia para quienes vamos sintiendo el paso de los años?
¿Dios realmente tiene planes con las personas que van envejeciendo? ¿Siguen siendo parte de los propósitos del Señor? Y ¿son propósitos ya sencillos, sin mucho sentido, como solo complementarios?, o ¿realmente son propósitos tan maravillosos que son totalmente indispensables en una familia?
Hoy vamos a hablar sobre cómo ir hacia un ocaso especial y bendecido en la familia.

EXÉGESIS

Envejecer para el mundo no es lo mismo que para Dios.
Por lo general, en nuestros días se ha quitado la honra del envejecimiento pero la Biblia dice:
Proverbios 16:31 RVR60
31 Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia.
En el antiguo oriente la vejez y la cabeza canosa (ref. del versículo):
Alta honra y estaba asociada a la sabiduría.
Las canas representaban un gran respeto.
Entendían que Dios les bendecía con larga vida y que eran favorecidos por el Señor.
La Biblia toma muy en serio y con HONRA la vejez y dedica numerosos versículos y páginas para hablar de ella.
Y como en todas las etapas de la vida:
Envejecer también implica una rendición de cuentas a Dios.
Entonces, no se trata tan solo de envejecer, que es un proceso no detenible para todos, sino del cómo vamos a envejecer y si lo vamos a hacer en los propósitos de Dios o no.
Para los hebreos envejecer tenía un altísimo valor.
No se trataba de alcanzar solo una edad, sino transmisión de fe de una generación a otra.
Padres enseñaban a sus hijos la Ley de Dios, y los hijos tenían que enseñarla a sus hijos y así suscesivamente.
Este era el principal propósitos para los padres.
Envejecer era una manifiestación de una vida dedicada a los propósitos de Dios, sobre todo por la transferencia de la fe.
Era de tal honra envejecer que su alta estima estaba dentro de la Ley de Dios dada a Moisés:
Levítico 19:32 RVR60
32 Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.
Así que envejecer representaba que no solo adquirías mayor edad
Sino que podías hacerlo principalmente con los propósitos de una vida piadosa que ha conocido a Dios y que ha encaminado a sus hijos al Señor.
Envejecer por esto, era de altísimo honor.
¡Cómo han cambiado las cosas en nuestro tiempo!
El mundo ha quitado el honor a algo tan precioso. Y en la Iglesia de Cristo se ven un poco de esto.
¿Recuerdas Proverbios 16.31?:
Proverbios 16:31 RVR60
31 Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia.
¡Ahora podemos comprender mejor!
Envejecer puede hacerse en el camino de la justicia de Dios.
¡No tiene que ser algo sin honra. Y el mundo no tiene que quitar los propósitos tan hermosos de envejecer!
Hay narraciones de hombres ancianos lejos totalmente de Dios y hay narraciones maravillosas de hombres ancianos que fueron hallados en el camino de justicia y que de esa manera bendecían a su familia.
Uno de los ejemplos preciosos de un hombre que envejeciendo bendice a su familia en el camino de justicia es Jacob.
(Mientras buscamos Génesis 48)
Contexto:
Jacob recibió la transmisión de fe de Isaac su padre. Isaac de Abraham. Abraham de Dios.
Jacob igualmente tuvo un encuentro con el Señor.
A Jacob se le repitió las promesas hechas a Abraham.
Dios le dijo que su descendencia (Gn 28.14) sería grande y que todas las familias de la tierra serían benditas en su simiente.
Ya sabemos que esto es una promesa que lleva a Cristo.
Jacob tiene varios hijos y envejece.
Y sabemos bien la historia de José y cómo vuelve a reunirse con su padre desde Egipto.
Jacob ya es anciano, está a punto de morir, y va a bendecir a sus nietos.
VEAMOS ESTA HISTORIA MARAVILLOSA DE UN HOMBRE QUE LLEGA AL OCASO EN SU FAMILIA, PERO TIENE UN OCASO BENDECIDO Y PARA BENDECIR A LOS QUE AMA:
Génesis 48:1–2 RVR60
1 Sucedió después de estas cosas que dijeron a José: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. 2 Y se le hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama,
Jacob con lo último de sus fuerzas se sienta en la cama.
Tiene propósitos especiales, está delante de sus dos nietos Manasés y Efraín.
No ha vivido mucho tiempo con ellos, pero sabe que ellos son del Señor.
Toma fuerzas porque va a hacer cosas importantes y especiales para los que ama.
Génesis 48:3 RVR60
3 y dijo a José: El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo,
El retrato de este hombre ya a punto de morir es SU DIOS.
La vida de Jacob, no se trata de sus mejores memorias o anécdotas, sino de SU FE.
Lo que hace es contar acerca del SEÑOR Y CÓMO ÉL se le ha manifestado.
Lo que recuerda es: SU BENDICIÓN.
Génesis 48:4 RVR60
4 y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua.
Jacob está diciendo a José delante de sus hijos, que ellos son una familia de fe.
Dios les ha prometido que les hará una nación con tierra.
Ellos no tienen una aún, pero Jacob cree de verdad que sus descendientes la tendrán.
¡Y no se equivocará!
¡Cualquier hombre que confíe en Dios para su descendencia nunca se equivocará!
Génesis 48:5 RVR60
5 Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos.
Efraín y Manasés son hijos de José y nietos de Jacob. Pero ellos son tan hijos de Jacob como lo era José.
Significado y relación con las tribus de Israel.
Ahora nos estamos enfocando no tanto en esa historia, sino más en las acciones de un hombre que está a punto de partir de su hogar y es anciano.
Así que vamos a enfatizar todo desde ese punto:
Jacob entiende que Dios tiene propósitos especiales para sus nietos.
Hay tantos abuelitos y abuelitas, hoy, que nunca pudieron llevar a sus hijos y menos a sus nietos o nietas a los caminos del Señor. Pero Jacob entiende que Dios sí va a utilizar a sus nietos.
¡Que maravilloso lo que ha dicho!: “..míos son..”
Las personas que envejecen en la familia tienen un lugar importante en ella en el plan divino.
Génesis 48:6–7 RVR60
6 Y los que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades. 7 Porque cuando yo venía de Padan-aram, se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Belén.
Esto en resumen está diciendo que Efraín y Manasés tenían una parte especial en las tribus de Israel.
Recuerda que Jacob es un hombre muy anciano y que apenas ya puedo moverse, le ha costado recostarse sobre la cama.
Pero no le faltan fuerzas para dar testimonio de Su Dios y tomar a sus nietos y bendecirlos.
Él había sufrido mucho:
Situaciones muy difíciles, muerte de su amada Raquel.
Aún así, sigue danto testimonio de Dios.
Ahora si quieres cosas maravillosas mira lo que sucederá a continuación:
Génesis 48:8 RVR60
8 Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos?
El encuentro de Jacob con sus nietos ahora tiene lugar en la narrativa.
No es que Jacob no sabe quienes son. Los acaba de mencionar, que son suyos.
Pero Jacob ya casi es ciego y es parte de la presentación para bendición.
Génesis 48:9 RVR60
9 Y respondió José a su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los bendeciré.
Jacob pide que sus nietos pueden estar cerca a Él.
Según José, es el Señor quien le ha dado los hijos.
Jacob igualmente los ha tomado como suyos y ¡quiere darles la bendición!
Jacob es un hombre anciano que no ha olvidado su lugar de privilegio en la familia. Él puede hacer tanto por sus nietos y lo está haciendo, está bendiciendo a los suyos.
Ahora, te voy a decir, por qué esta historia no es una historia más, o una historia común más:
La bendición de Jacob es más que un “Dios te bendiga”, que por cierto es hermoso:
Ser un pueblo para dar testimonio del verdadero Dios al mundo.
Ser el pueblo del que viene el Salvador Jesucristo.
Jacob no deja de mirar a sus nietos con propósitos especiales de Dios para con ellos.
Jacob entiende que un día sus hijos y nietos van a ser importantes para los planes de Dios.
Génesis 48:10 RVR60
10 Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les abrazó.
“Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver..”
El padre cariñoso ya ha perdido casi la visión física pero no la espiritual.
No dejaba de ver a sus hijos rendidos al Creador.
Y sobre todo, tiene fe en el Señor, sabe que Dios cumplirá sus promesas.
“..Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les abrazó.”
Se acercan y él cariñosamente les da un beso y un abrazo.
Vamos a saltarnos unos versículos:
Génesis 48:14 RVR60
14 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.
Jacob extiende sus manos sobre su descendencia.
Imposición de manos tenía sentido especial. Tenía simbolismo de transferencia y Jacob estaba transfiriendo las promesas a sus nietos.
Y este versículo es más profundo, que tiene que ver con la primogenitura, y lo hemos estudiado en la serie de Génesis, pero desde nuestro énfasis hoy, un hombre anciano, impone las manos a sus muy jóvenes hijos.
José anhelaba la bendición de su padre hacia sus hijos. La reverencia hacia los ancianos piadosos eran realmente indescriptible, muy distinta a la de nuestros días.
Génesis 48:15–16 RVR60
15 Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, 16 el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.
¿Recuerdas Proverbios 16.31?
Jacob envejece y su corona de honra son sus canas o la vejez. Se encuentra en el camino de justicia y está haciendo con sus últimas fuerzas lo último para que su familia esté también en el camino de justicia.
La bendición de Jacob incluye su testimonio.
Él ha pasado cosas difíciles pero Dios le ha sustentado y libertado de todo mal.
Jacob bendice a sus nietos.
Los hace partícipes de las promesas recibidas de sus padres.
Ellos serían parte del pueblo de fe.
Que dichoso Jacob, que ha encomendado en las manos del Señor la vida de los hijos de sus hijos.
Nos muestra la historia la correspondencia por un miembro de la fe que va a partir.
Correspondencia en amor, y en deseo de la bendición.
Correspondencia en la fe.
¿No notas que algunas cosas hoy son distintas? Necesitamos justamente las Escrituras para poner las cosas en su lugar.
Para que los jóvenes veamos en el lugar de honra y alta honra a los que envejecen, y para que los que envejecemos veamos nuestra responsabilidad en un lugar de privilegio que Dios nos ha dado.
La historia de Jacob ha sido muy hermosa, pero aún nos falta ver una narración más.
Vamos a ir al libro de Rut, porque Jacob es un ideal de abuelito o padre que envejece, pero hay una mujer en la Biblia que también es un ideal de abuelita o madre que envejece.
Mientras buscamos Rut 3.
Conocemos la historia de Rut:
Rut es moabita y nuera de Noemí.
Noemí es viuda y sus dos hijos también mueren y Noemí libera a Rut de responsabilidades.
Rut no desea irse, sino que desea ser del pueblo especial de Noemí, Israel, y tener al Dios de Israel como suyo.
Rut conoce a Booz, quien la redime, adquiriendo todos los campos de Noemí y de sus hijos, tomando como mujer a Rut.
¡Es una de las historias más bellas del A.T.! y un anticipo de la redención que hay en Cristo y algún día podemos estudiarlo, pero ahora, debemos ir a Rut 4.13.
Rut 4:13 RVR60
13 Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo.
Booz y Rut consuman su matrimonio y Rut tiene un hijo.
Rut moabita que adoptó la fe de Israel, ahora estaría en planes especiales para el Señor.
La fe siempre lleva a los planes del Señor.
Rut 4:14 RVR60
14 Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel;
La mujer que está envejeciendo es Noemí. Quedó viuda, perdió a sus dos hijos, y nunca fue abandonada por el Señor.
Dios sería alabado por esta situación.
Por medio de su nuera Rut, ella podía tener la seguridad nuevamente de hijos que velarían por ella.
Dios siempre ha fortalecido los corazones de las madres que envejecen. Están en los ojos de Dios.
Y era algo para dar gloria a Dios.
Rut 4:15 RVR60
15 el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos.
El hijo que nacería sería un sustento para la vejez de Noemí.
Esta es la correspondencia que hemos mencionado. Los hijos alegran el corazón de los miembros que envejecemos en las familias, y los miembros que envejecemos fortalecemos su espíritu con la fe.
Traía renovación a la anciana mujer.
Noemí perdió su marido y dos hijos, pero fue renovada por el nacimiento del pequeño.
Es increíble porque después de las pérdidas, ella pidió que se la llamase no “Noemí”, sino “Mara”, porque estaba en gran amargura.
Pero su nieto, viene a darle restauración de la amargura.
Ella al igual que Jacob, estaba envejeciendo y no podía estar fuera de la imagen familiar.
Noemí realmente amaba a Rut y Rut amaba a Noemí. No eran familiares de sangre pero su amor había crecido y la fe ahora era mutua.
La familia no está completa sin las personas que envejecen. Son fundamentales para la fe. ¡O DEBERÍAN SERLO!
Pero esta es la parte más maravillosa:
Rut 4:16 RVR60
16 Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya.
Noemí tomó al niño como su propio hijio.
Ella asume la responsabilidad que se esperaba de una madre o abuelita piadosa y temerosa del Señor.
Noemí está en el camino de justicia que mencionaba Proverbios 16.31. Y no solo quiere estar ella, sino que va ahora será la que enseñe al recién nacido y que crece, en el camino de justicia.
Aya - nodriza, la mujer que asumía el rol de cuidar al niño.
Y donde había una madre nueva en la fe, se requería que una abuelita sabia y temerosa del Señor, guíe al niño hacia la fe.
Y esto fue asumido con tanto esmero y amor que:
Rut 4:17 RVR60
17 Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.
El niño siendo hijo de Rut, era reconocido como hijo de Noemí, porque ella criaba al pequeño.
Totalmente comprometida en el cuidado y en el amor de su pequeño.
Pero no fue un niño más, sino que estaba criando a quien iba a ser abuelo del rey David.
David - El personaje con el trono más sobresaliente para los judíos.
La vida de Noemí, adquirió un sentido especial cuando en su regazo tuvo a ese niño y fue parte esencial para que crezca en la fe, del cual un vendría el rey David.
Dios utilizó a Noemí. Dios sigue utilizando a las personas que envejecen, son esenciales para la fe de la familia.

MEDITEMOS EN LA PALABRA

Que relatos más extraordinarios que hemos visto.
Nos hace reconsiderar sobre lo que estamos haciendo en la familia y el lugar de alta honra para las personas de nuestra familia que están envejeciendo.
Hay que darles el lugar de honra que da la Biblia y no la del mundo.

La responsabilidad y el privilegio de los padres y madres (abuelitos) es tomado con seriedad por el Señor. La vejez es la corona de honra y en ella debe andarse por el camino de justicia para la bendición de los hijos (y nietos) y el fortalecimiento de la fe familiar.

Jacob está convencido de que su tarea no había terminado aún a pesar de su edad.
A nuestros hermanos que envejecen y que muchas veces pueden sentirse de más y (Dios no quiera) pero a veces hasta inservibles. Porque el mundo ha establecido esto como su verdad.
Son y siguen siendo preciosos para el Señor.
Siguen teniendo una responsabilidad en la familia y aunque el propósito es animarles, vanmos a rendir cuentas de cómo hemos envejecido.
Deuteronomio 4:9 RVR60
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
El camino a la vejez puede ser un camino en la justicia de Dios.
¿Bendices a tu familia? ¿Eres de bendición a los tuyos? Hay personas y ancianos y ancianas que son de tropiezo y que no te van a acercar al Señor, pero nosotros que envejecemos y conocemos la Gracia del Señor, necesitamos bendecir a los nuestros.
Debemos encaminar a nuestra familia hacia Jesucristo y ser guardianes de que nuestra descendencia conozca al Salvador.
Jacob toma fuerzas pero no para hablar de sus anécdotas o experiencias, sino para hablar de la fe en DIOS.
Y nuestras experiencias son buenas y son parte de las cosas preciosas de envejecer, pero no deben sustitur a la FE EN EL SEÑOR.
Podemos bendecir a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.
NO HA CAMBIADO HOY LA FE.
No han cambiado las promesas que llevaban a Cristo, más bien ahora son más visibles que en los tiempos de Jacob.
No ha cambiado Dios.
Y no ha cambiado lo que espera que haga un hombre (varón - mujer) al despedirse de su familia.
Los que hemos cambiado somos nosotros, los padres y madres y los abuelitos y abuelitas, tal vez ya no vemos los riesgos de que nuestra familia se aleje de la fe en el Señor.
Pero los que envejecemos en el Señor, vamos a llevar a nuestros hijos por los caminos de justicia.
La responsabilidad y el privilegio de los padres y madres (abuelitos) es tomado con seriedad por el Señor. La vejez es la corona de honra y en ella debe andarse por el camino de justicia para la bendición de los hijos (y nietos) y el fortalecimiento de la fe familiar.
Para los hijos y los que aún estamos en camino de envejecimiento:

La honra a miembros de la familia que envejecen es exigida por Dios. En el plan del Señor ellos tienen un lugar importante para el fortalecimiento de la fe familiar y debemos como buenos hijos cuidarlos y protegerlos, así como anhelar su cuidado y protección en la fe para nosotros.

El mundo ha deshonrado el envejecer, es algo que se busca evitar y es algo que carece de mucha honra. Pero para Dios, después de la caída del hombre en el Edén, envejecer si bien nos muestra las consecuencias del pecado en el Edén, de un cuerpo que se va deteriorando, también Dios ha otorgado honra para los que pueden envejecer en los propósitos Suyos.
José anhelaba la bendición espiritual de su padre para con sus hijos.
Para José su padre no era un estorbo o una carga por su edad, sino que para José su padre y su legado era lo más importante que él podía tener.
José busca la bendición de su padre.
¿También vemos en nuestros ancianitos esa misma honra?
¿Anhelas la fe de tus padres y quieres lo mismo para tus hijos?
(Estamos hablando de padres creyentes y abuelos creyentes)
Debemos alinear nuestras familias a lo que Dios espera de nuestras familias.
Y en esto, los que envejecen tienen un lugar muy especial.
Mira el legado de Jacob antes de morir.
Hebreos 11:21 RVR60
21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.
José anhelaba la bendición de su padre, el padre anhelaba darla a sus nietos, pero José y sus nietos con seguridad quedaron impactados que Jacob haya adorado a Dios en su delicada condición.
Debemos querer que nuestros hijos vean y conozcan la fe de nuestros padres. Que vean cómo adoran y qué es lo que hemos recibido de ellos.

Cristo restaura los corazones de los ancianos y ancianas. Solo en sus manos vamos a encontrar alegría perdurable y verdaderos propósitos.

Lo que el Señor hace con Noemí es maravilloso.
Noemí perdió a su esposo y a sus dos hijos.
Pero nunca los ojos de Dios se perdieron de Noemí.
Dios restauró su amargura por felicidad.
Envejecer no tiene que ser una vida entregada a la amargura o a la desdicha. Si estás en CRISTO puede ser una vida con propósitos hasta el último momento.
Sabes, es probable que en el transcurso de la vida, has vivido cosas muy difíciles que solo las sabe el Señor.
Es probable que tienes motivos y muy buenos motivos para tener tristeza en el corazón.
Pero sin duda, Jacob ha sufrido más, y Noemí también, y Dios ha restaurado esos corazones y Dios puede restaurar también el tuyo.
No va a suceder solo porque va a suceder. Se requiere entregarse a las manos de Jesucristo. Él es el maestro, que está tallando a verdaderos siervos, que puede tomar lo que el mundo desecha, o aún la familia ha desechado, para reconstruir, para tallar personas que envejecemos para la Gloria de Cristo.
Para ser instrumentos hasta el último momento de Su Gracia. Llevando el evangelio y haciendo discípulos hasta nuestro último suspiro.
Él puede volver a poner alegría a nuestro corazón y hacernos dar cuenta nuevamente qué tan importantes somos en la familia.
Él puede volvernos con alegría al camino de la justicia de Dios.
Proverbios 16:31 RVR60
31 Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia.

CONCLUSIÓN

El tiempo va pasando y vamos a sentirlo. Todos vamos a sentirlo.
Hasta te van a preguntar si has peleado contra los madianitas.
Pero que nuestro envejecimiento sea un ocaso bendecido por el Señor, que no nos quita la mira del Salvador y la mira de la eternidad. Aún hay mucho por hacer en nuestras familias para la honra del Señor.
Vamos a orar.
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